¡Hola!
Aquí os dejo mi video como reflexión final
¡Hola!
Aquí os dejo mi video como reflexión final
¡Buenas tardes!
No puedo decir que especialidad tiene más volumen de trabajo ni cuál ofrece mejores condiciones de trabajo porque no tengo contacto con este sector.
Sobre si necesitaríamos formación complementaría, creo que sí. En mi caso, que empecé este grado para dedicarme a la enseñanza de la lengua española fuera de España, necesitaría hacer el máster específico y obtener la titulación oficial necesaria para ejercer en ese país (en mi caso Alemania).
Durante estos 6 años de formación universitaria, he pensado muchas veces en mantener mi trabajo actual y el trabajo hipotético que podría tener gracias a este grado universitario. Estoy segura de que la mayor ventaja de compaginar dos trabajos (y no dos especialidades) es la oportunidad de evitar las crisis laborales, pero ahora mismo, mantener ese ritmo de vida sería un sacrificio de mi vida personal. No veo factible redirigir mi carrera profesional, conlleva un esfuerzo que a día de hoy no estoy dispuesta a hacer.
El futuro dirá…
Nunca he tenido especial interés en ser autónoma, no porque supiese qué conllevaba, simplemente por los comentarios al aire que escuchaba de mis allegados. Después, de estas cuatro tareas, puedo decir con seguridad que si alguna vez soy autónoma, lo primero que haré será buscar una asesoría.
No sé si seré la única con este analfabetismo con respecto a la contabilidad, pero he descubierto que hay una cantidad indigente de información que no sabía. Con esto, me parece curioso que algo tan importante como la economía, que tiene un gran impacto en nuestra vida personal (economía doméstica) y laboral (la nómina, IRPF, beneficios…), no sea más transcendental en nuestro período estudiantil. Es decir, recuerdo haber hecho créditos variables de religión y de cultura clásica, pero no recuerdo ni uno sobre contabilidad o economía.
La conclusión que saco después de las tareas y esta pequeña reflexión es que es importante tener una educación en
contabilidad y sería ideal obtenerla antes de entrar al mundo laboral.
Adaptarse o morir
Si tuviese que resumir lo aprendido durante esta segunda PEC en una palabra sería actualización. Durante toda la PEC me he sentido desubicada en todo momento. En primer lugar, por la preocupación creciente por la IA, en segundo lugar, por los cambios en las aulas y el ágora y, en tercer lugar, en LinkedIn.
Sé que la IA aún no es una amenaza real, pero me ha hecho replantearme un futuro donde más de una profesión va a tener que adaptarse. Los cambios en las aulas Canvas y el ágora me están pasando factura porque no me organizo ni encuentro la información con agilidad. Con respecto a LinkedIn, bueno, llevo mucho tiempo trabajando en mi sector y volver a enfrentarme a hacer un perfil laboral a partir de 0 sin experiencia ha sido revivir una pesadilla.
Conclusión, se ha de salir de la zona de confort más a menudo y mantenerse actualizada.
No puedo evitar hablar de la IA. Puede que peque de repetitiva, teniendo en cuenta que he leído dos entradas sobre este tema, pero ambas entradas me han suscitado la misma pregunta; ¿Querida IA, vienes a ayudarme o a destruirme? Creo que todos estamos de acuerdo en que la IA es imparable; se ha creado, ha llegado y va a evolucionar. La duda que nos corroe a algunos es qué ocurrirá con algunas profesiones, en este caso, con los traductores e intérpretes.
Alberto Barbieri, en su artículo Traductores e intérpretes, ¿las próximas víctimas de la inteligencia artificial? nos deja entrever que los puntos positivos de la IA se basan en su rapidez, que las traducciones que incluyen en su combinación el inglés tienen una fiabilidad mayor en comparación a las traducciones humanas, al menos con Google Translate, y que los textos con mayor función apelativa son más difíciles de traducir porque la IA, de momento, no sabe emocionar a través de las palabras. Visto de otra manera, encontramos dos puntos débiles de la IA; no es fiable en traducciones en cualquier combinación de idiomas que no esté el inglés y los textos más apelativos o creativos, como dice Barbieri, son difíciles de traducir para una inteligencia sin emociones.
Teniendo en cuenta que la IA es un fenómeno imparable, solo nos quedan dos vías: morir o sobrevivir. Evidentemente, no vamos a morir, así que sobreviviremos y lo haremos adaptándonos. Además de ser correctores y editores de los textos traducidos de la IA, podemos empezar a aprender idiomas que no sean mayoritarios, podemos imbuir a nuestros textos de más emoción y así la humanidad dejaría una marca personal que frene la invasión de la IA.
En todo caso, y hablo por mí, me parece emocionante presenciar como un ente sin vida intenta conquistar aspectos puramente humanos como la comunicación escrita que se da, por ejemplo, en los libros. Es decir, si fuese tan fácil, todo el mundo podría ser escritor, ¿no? Solamente se trata de escribir. Pero no es lo mismo escribir que contar una historia.